Biografía

Máximo Diego Pujol nació en 1957, en el tranquilo barrio de Villa Pueyrredón, en Buenos Aires, Argentina.

Todo comenzó el día que descubrió que en casa había una “guitarra en el ropero”. No podía ser de otra manera en un hogar en el que el tango flotaba en el ambiente casi permanentemente. Esa guitarra era lo único que quedaba de una vieja e íntima vocación de su padre por cantar tangos, actividad que había desarrollado profesionalmente en su juventud y con la que seguía deleitando a sus pacientes en su consultorio odontológico, y a su familia en la vida cotidiana. Este descubrimiento, junto al deseo de su padre de escuchar su guitarra nuevamente, hicieron que Máximo, de ocho años de edad, comenzara a tomar clases de guitarra con Don Gaspar Navarro, paciente, vecino y amigo de su padre, maestro de este instrumento de todos los pibes del barrio y ejecutante como pocos de tangos y milongas. Así es como a la edad de nueve años da su primer recital en la localidad de Villa Martelli. Pocos meses más tarde decide sorprender a su madre en el día de su cumpleaños, con una zamba especialmente escrita para ella. La complicidad de su papá y la profunda emoción de su mamá hicieron que la guitarra nunca más se separara de él. 

Estas experiencias marcaron definitivamente la vocación musical de Máximo, quien simultáneamente siente el irrefrenable impulso de seguir plasmando sus vivencias en sus propias composiciones. 

Comienza entonces a tomar clases con Alfredo Vicente Gascón, clases que refuerzan aún más su vocación, al punto de participar, junto a su maestro, de un grupo de estudio con Abel Carlevaro.

Al término de la escuela secundaria, Máximo se encuentra frente a la misma disyuntiva por la que había pasado su padre en su momento: la música o una carrera tradicional. Al principio fueron las dos, hasta que después de fatigosos años de convivir con las matemáticas y la guitarra, esta última emergió triunfante. 

Paralelamente a esto decide ingresar al Conservatorio Provincial Juan José Castro y a tomar clases particulares de Armonía y Composición con Leónidas Arnedo, siendo éstas en horarios sacrificados, ya que no sólo estudia permanentemente, sino que trabaja todos los días para ganarse la vida.

Sin duda, acertada es su decisión, ya que una de sus primeras obras, “Sonatina”, escrita para el examen final del curso de Morfología en el Conservatorio, obtiene el 1° premio en prestigiosos Concursos en la Argentina, así como también, un jurado internacional integrado –entre otros- por Leo Brouwer, le otorga el 1° premio en el Carrefour Mondial de la Guitare de Martinica.

Tocando tangos y milongas, transita locales nocturnos de Buenos Aires como solista y acompañante. Integra diferentes dúos, tríos y cuartetos con la firme convicción de internarse cada vez más en el lenguaje tanguero, objetivo que se enriquece al compartir muchas de estas presentaciones en el mismo show con figuras del calibre de José Colángelo, Héctor Stamponi, Horacio Ferrer, Jorge Sobral, Rubén Juárez, Mariquena Monti, Néstor Marconi, Roberto Goyeneche... Simultáneamente, se aboca al estudio y análisis de la obra de los grandes compositores del tango tradicional como Juan Carlos Cobián, Osvaldo Pugliese, Julián Plaza, Horacio Salgán, y de la vanguardia tanguera como Astor Piazzolla.

Desde sus primeros pasos como profesional y, hasta el día de hoy, Pujol trabaja en la búsqueda de una fusión cada vez más integrada entre el lenguaje tanguero y el pensamiento formal académico. Esta es una búsqueda “pensada” en la guitarra, fruto del estudio consciente, casi obsesivo, de la obra de Heitor Villa Lobos y Leo Brouwer, que dieron una vuelta de página en la historia de la guitarra, al incluir en su música los recursos propios instrumentales como parte fundamental de su estilo, generando un inconfundible “lenguaje guitarrístico”.

En la actualidad las obras de Máximo D. Pujol son ejecutadas y grabadas por intérpretes de todo el mundo, y son objeto de estudio en masterclases y conferencias en los más prestigiosos Festivales Internacionales dedicados a su instrumento.